Desde Nariño, jóvenes y niños le apuestan a la paz territorial

La paz no es solo un tema económico y social, sino también cultural. En la Institución Universitaria CESMAG se realizó el conversatorio “Juntanza de juventudes por las paces de Nariño: Voces que construyen país”. A partir de este evento, se ha fortalecido la articulación con diversas organizaciones, cuyo objetivo es brindar a niños, niñas y jóvenes el apoyo necesario para desarrollar iniciativas, propuestas y proyectos que contribuyan a la construcción y materialización de la paz.

Durante el conversatorio, se analizó el avance de los esfuerzos de Co-Construcción de paz territorial que actualmente se desarrollan en Nariño. En este contexto, se ha trabajado en la integración de las juventudes con los Consejos Territoriales de Paz, Reconciliación y Convivencia, bajo la convicción de que los jóvenes son las semillas que deben fortalecerse para garantizar que los procesos de paz se consoliden en todo el departamento.

Nariño, un territorio históricamente afectado por la violencia, requiere ahora la atención del Gobierno Nacional, que a través de los ministerios adelanta acciones con impacto regional, como proyectos de acueducto y mejoramiento de vías terciarias.

En el departamento se ha implementado una estrategia para promover el diálogo y avanzar en la viabilidad de los procesos de paz con los actores armados. Por ello, es crucial que los jóvenes se involucren en estos temas de gran relevancia, que históricamente han tenido poca visibilidad, y que cuenten con el respaldo institucional para ser parte activa de este proceso.

Desde la Subsecretaría de Paz y Derechos Humanos, la Gobernación de Nariño ha liderado un trabajo conjunto con diversas organizaciones para fortalecer los Consejos Territoriales de Paz. Estos espacios, integrados por líderes, lideresas y defensores de distintos municipios, se han consolidado como una de las principales instancias de construcción de paz en el departamento, creando una red sólida de gestores y constructores de paz en cada territorio. Hoy, más que nunca, Nariño es un ejemplo de lo que significa la construcción de paz territorial.