En una jornada de diálogo con las comunidades, el Gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar Jaramillo, llegó al Municipio de Olaya Herrera, uno de los territorios históricamente más golpeados por la exclusión estatal para presentar avances concretos: educación fortalecida, infraestructura deportiva de gran escala, conectividad para la vida, agua garantizada y oportunidades para jóvenes, pescadores y emprendedores.
Una presencia que, como señalaron sus habitantes, “llegó con resultados” y dejó claro que la paz territorial se construye donde antes solo había silencio y abandono.
La transformación inicia en la escuela. Más de $8.200 millones consolidan la inversión educativa más alta en décadas: alimentación escolar diaria para 5.132 niños, mantenimiento de instituciones que hoy acogen a 708 estudiantes y nuevos recursos para fortalecer sedes rurales como Herradura, Calabazal y Merizalde. “La guerra retrocede cuando hay educación, cuando hay futuro”, recordó el mandatario al anunciar apoyos adicionales por rendimientos financieros.
En el corazón del municipio, el polideportivo avanza como infraestructura para la vida. Son $5.900 millones que ya iniciaron obra y que permitirán un espacio digno para entrenar, encontrarse y celebrar. Allí mismo, el Gobernador de Nariño, confirmó la construcción de una cancha sintética para garantizar que ningún niño entrene en condiciones indignas. El Alcalde de Olaya Herrera, Breiner Paredes lo afirmó sin rodeos: “Este proyecto aleja jóvenes de la guerra y los acerca a la vida”.
La conectividad también cambió de rumbo: 18 zonas wifi en funcionamiento y un nuevo programa por $3.740 millones que transformará a Olaya Herrera en un territorio digital.
El agua, problema histórico del municipio, empezó a resolverse con el proyecto del Plan Departamental de Agua (PDA) por $4.059 millones para garantizar abastecimiento a 442 familias de Bocas de Víbora y Totora. “Aquí el agua deja de ser promesa y se vuelve derecho”, celebraron los líderes.
Las voces ciudadanas marcaron el tono de la jornada. Alejandro Pasquel, líder comunitario, aseguró: “La manera de medir un gobierno es por sus resultados. Hoy nos escucharon, nos respondieron y nos trajeron esperanza”. Desde cada vereda surgieron testimonios que recuerdan que la paz es posible cuando el Estado llega con obras y no con discursos.
En paralelo, la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sostenible, entregó kits PRAE y atendió más de 60 animales; Agricultura avanzó en la apuesta de una iniciativa de pesca artesanal con más de $5.700 millones; y la Gesto Social del departamento, Ingrid Cortes, llevó oportunidades a mujeres, niños y jóvenes, incluido el fortalecimiento de emprendimientos como Derivados de la caña- La Molienda, que hoy representa ingresos y empleo para familias víctimas del conflicto de este municipio.
