Más de 480 personas afectadas por el conflicto armado en el departamento recibieron sus cartas de indemnización administrativa en Pasto, un paso decisivo en el proceso de reparación integral liderado por la Unidad para las Víctimas con acompañamiento de la Gobernación de Nariño.
Los recursos entregados representan más que un apoyo económico: simbolizan el reconocimiento del Estado a quienes han resistido con dignidad las consecuencias de la violencia. Con una inversión superior a $4.000 millones, estas indemnizaciones abren nuevas oportunidades para avanzar en proyectos productivos, educación, salud y vivienda, pilares que fortalecen el tejido social.
“Este dinero no nos devuelve a nuestros seres queridos, pero llega en un momento importante para seguir adelante con nuestras vidas. Gracias al Gobierno Nacional y Departamental por tenernos en cuenta y hacer posible este apoyo”, expresó José Alfredo Noguera, víctima del Municipio de San Pedro de Cartago.
El Director general de la Unidad para las Víctimas, Adith Rafael Romero Polanco, destacó que por primera vez un director nacional llega a Nariño con hechos concretos: “Entregamos 484 cartas de reparación individual, con una inversión que supera los $4.200 millones, llegando a personas que esperaron más de 20 años por este momento. Este gobierno dignifica la vida de las víctimas y fortalece la economía local”.
En coherencia con el Pacto Territorial por la Vida y la Paz, firmado por el Gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar Jaramillo, esta jornada ratifica que Nariño no solo sueña con la paz, sino que la construye a través de la reparación, la memoria y la dignidad.
“El compromiso de la administración departamental es acompañar cada proceso de reparación. Las víctimas son el corazón de la paz territorial y la razón por la que trabajamos por un futuro con derechos, dignidad y oportunidades”, señaló Fredy Andrés Gámez Castrillón, Secretario de Gobierno Departamental.
La jornada incluyó además, espacios de orientación sobre el uso adecuado de los recursos con énfasis en la inversión productiva y el fortalecimiento familiar y comunitario. “Recordar a mi esposo asesinado hace 21 años duele, pero hoy me siento agradecida porque esta indemnización me permitirá ayudar a mi hijo menor a terminar sus estudios”, manifestó Patricia Castro Revelo, víctima del conflicto armado.
La entrega de cartas de indemnización simboliza un avance concreto en la construcción de la paz y la justicia social en Nariño. Cada reparación representa una historia que se reconstruye, una familia que recupera esperanza y un territorio que reafirma su decisión de vivir sin violencia.
