La obra artística se convirtió en un referente pedagógico y cultural que transformó el dolor en memoria viva y caminos de confianza.
La Carroza del “Perdón y la Reconciliación” se construyó en un encuentro entre víctimas del conflicto armado, firmantes del Acuerdo de Paz, fuerza pública y comunidad, quienes asumieron el reto de resignificar la historia y demostrar que la convivencia es posible. Esta creación, presentada en el Carnaval de Negros y Blancos 2025 y actualmente conservada en el Museo del Carnaval de Pasto, representa un proceso colectivo en el que la cultura se transformó en vehículo de reconciliación.
Carmenza Santacruz, firmante de Paz, destacó que el trabajo conjunto surgió de talleres psicosociales que facilitaron el diálogo y la confianza: “Cuando nos juntamos y tenemos voluntad, todo se puede”.
Desde la institucionalidad, Diana Carolina Acosta, contratista de la Subsecretaría de Paz y Derechos Humanos, recalcó la importancia de mantener los espacios de conversación como garantía de futuro: “La invitación siempre será sentarnos a dialogar y construir un mejor país”.
Rocío Granja, Representante de la Asociación de Desarrollo Integral para Víctimas – ADIF, señaló que esta obra simboliza la fuerza de las víctimas: “Hoy la carroza refleja nuestra lucha y abre puertas para que más víctimas se unan a este caminar hacia la reconciliación y la no repetición”.
La Carroza del “Perdón y la Reconciliación”, fruto de la gestión del Gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar, y del respaldo de Corpocarnaval en articulación con la Agencia para la Reincorporación y la Normalización, ARN y la Misión de Verificación de la ONU, fue diseñada y construida con la participación de más de 70 personas. Un proceso colectivo que convirtió el arte en un vehículo para sanar heridas y proyectar unidad en medio de la diversidad.
Con una inversión superior a 100 millones de pesos, la carroza integró a programas nacionales de reincorporación y reconciliación, consolidando a Nariño como un territorio que apuesta por la paz y el fortalecimiento del tejido social.
La permanencia de esta creación en el Museo del Carnaval asegura que el mensaje trascienda en el tiempo, recordando que la paz se fortalece con confianza, participación colectiva y memoria activa.
