La experiencia de paz en Nariño, construida con liderazgo territorial, ha logrado una reducción significativa de violencias, consolidando una ruta ejemplar que exige mayor respaldo del Gobierno Nacional para seguir salvando vidas.
El Gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar Jaramillo, presentó ante la Comisión de Paz del Senado de la República los avances de los Diálogos Regionales de Paz, destacando a Nariño como un referente nacional en construcción de paz desde los territorios.
Durante su intervención, el mandatario reiteró que en el departamento la paz se construye con hechos: “En Nariño se va acordando, se va implementando. Necesitamos avanzar en tres frentes para consolidar la Paz Territorial: Ley de justicia transicional, mayor inversión nacional en territorios de paz y acompañamiento internacional”, afirmó.
El proceso de diálogo con el Frente Comuneros del Sur y la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano ha permitido reducir hechos victimizantes en gran parte de las regiones donde por décadas han hecho presencia actores armados, desescalando violencias como homicidios, secuestros, desplazamientos y reclutamiento de menores. Una transformación reconocida por la Comisión como ejemplo para otras regiones del país.
“El esquema de negociación que se está utilizando en Nariño ha logrado un desescalamiento integral del conflicto. La disminución de la violencia permite adelantar acciones de transformación económica y mejoras en los derechos humanos. Este es el camino que debe replicarse”, expresó Armando Novoa, jefe de la delegación de la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano.
El respaldo de las comunidades es fundamental en este proceso; son las propias víctimas del conflicto quienes han acogido los procesos y avanzan en consolidar espacios de reconciliación, verdad, reparación y convivencia. “Desde el territorio estamos dispuestos a construir la paz. Queremos desarrollo, transición a economías lícitas y que se respeten nuestros derechos. Este proceso nos da esperanza”, señaló Giovanny Cárdenas, representante de la Mesa Departamental de Paz de Nariño.
Por su parte, la Senadora Aida Quilcué destacó el valor de esta experiencia que viven los nariñenses en comparación con la lamentable situación del resto del suroccidente colombiano: “Esta iniciativa de Nariño ha permitido sacar de lo ilícito a lo lícito. Ha sido posible por el diálogo, la inversión social y el compromiso de las comunidades. Ahora el reto es escalar este modelo y lograr mayor voluntad política y recursos desde el nivel nacional”.
El proceso de paz en Nariño, único en su tipo que sigue vigente con resultados visibles, necesita respaldo decidido del Gobierno Nacional para avanzar hacia la firma del Pacto Territorial y garantizar la sostenibilidad de los compromisos adquiridos. La transformación de 5.000 hectáreas con programas piloto de sustitución de cultivos y la destrucción de ocho toneladas de material de guerra son acciones de paz que deben respetarse y cumplirse para generar confianza y consolidar una paz duradera.
“Estamos reescribiendo la historia. Lo que sucede en Nariño dista de otras regiones y demuestra que sí es posible construir paz con las comunidades. Que no falte la voluntad para seguir salvando vidas”, enfatizó el Gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar.
