Población víctima de desplazamiento forzado de los corregimientos de Sidón, Damasco y Santa Rosa en el municipio de Cumbitara, recibieron atención integral a través de una misión humanitaria que trasladó la oferta institucional hasta los rincones más alejados de la cordillera nariñense, con la atención de 800 familias que, días atrás, fueron obligadas a salir de sus territorios para huir del conflicto armado.
Por medio de esta brigada de atención con enfoque de seguridad humana, se brindó asistencia psicosocial, nutricional, salud y alimentación para población infantil, y se establecieron rutas en prevención de reclutamiento forzado en adolescentes y la defensa de los Derechos Humanos en el marco del Derecho Internacional Humanitario, que garantice los mínimos humanitarios para la comunidad víctima de una guerra que no les pertenece.
La misión humanitaria fue encabezada por la Gobernación de Nariño a través de la Subsecretaria de Paz y Derechos Humanos en articulación con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF, la Unidad de Víctimas y la Agencia de Restitución Territorial ARN.