La Gobernación de Nariño rechaza firmemente los actos de violencia en contra de concejales del norte del departamento y la retención de un comerciante en Samaniego

El secretario de Gobierno Benildo Estupiñán Solís, condenó los hechos de violencia que han victimizado a cuatro concejales del municipio de San José de Alban, quienes han sido amenazados a través de mensajes, llamadas y sufragios; han atemorizado a los cabildantes y sus familias, llegando a obligar a uno de ellos a tomar la decisión de renunciar a su cargo y en otro de los casos, amenazar a la madre de otro de los cabildantes. Por esta razón desde el Gobierno Departamental se hace el llamado al Gobierno Nacional, fuerza pública, Unidad Nacional de Protección, Fiscalía y organismos defensores de derechos humanos para implementar estrategias que permitan brindar garantías de seguridad y protección para los concejales Ricardo Delgado Solarte, Germán Ricardo Cabrera, Libardo Bolaños y Libardo Viveros y sus familias; asimismo, solicitar toda la capacidad investigativa para dar con los responsables de estas amenazas, quienes no solo atentan contra la integridad física y emocional de los amenazados, y contra la democracia de este importante municipio del Norte de Nariño.

A su vez, el secretario de Gobierno rechazó la retención contra su voluntad, a manos de sujetos armados, quienes a la fuerza sacaron de un establecimiento comercial a un comerciante del municipio de Samaniego, quien horas más tarde fue liberado y abandonado en una vía rural del municipio de la Llanada; el funcionario señaló que estos hechos de violencia no lograrán afectar las intenciones de toda la comunidad de la subregión de Abades, que unida le apostó a la transformación territorial.

En contraste a estos hechos, desde la Gobernación de Nariño, celebraron los acuerdos históricos acordados durante el cuarto ciclo de diálogos con el grupo Comuneros del Sur, llevado a cabo en el municipio de Cumbal, permitiendo avanzar en la búsqueda de personas dadas por desaparecidas y continuar con el desminado humanitario, en paralelo, a la dejación porcentual de armas por parte del grupo subversivo, logrando blindar esta negociación que camina rumbo a una paz total.